¿Cómo entendemos nosotros, como cristianos, nuestra misión hoy? ¿Cómo responder a la gran comisión de Cristo al final del evangelio de Mateo de ‘ir y hacer discípulos de todas las naciones?
Esa pregunta estuvo en el centro de un saludo de la Secretaria General de la Federación Luterana Mundial (FLM), Reverenda Anne Burghardt, a la Asociación de Iglesias y Misiones Protestantes en Alemania (Evangelische Mission Weltweit, EMW), que celebra su Asamblea General anual en Hamburgo esta semana.
Impresiones del pleno de la asamblea. Foto: Corinna Waltz/EMW
Es nuestra tarea, dijo, transmitir lo que nuestro Señor Jesucristo nos mandó hacer: compartir con los demás la Buena Nueva de nuestra liberación, servir a los demás, respetar la dignidad de los demás y trabajar por la reconciliación.
Al llevar a cabo esta tarea, Burghardt señaló, “siempre debemos ser conscientes de que incluso la misión entendida de esta manera solo puede tener éxito si estamos dispuestos a escuchar a los demás. Escuchar es el elemento tácito del gran mandamiento de la misión, enfatizó, porque sin él, “no hay comprensión, no hay empatía y, en última instancia, no hay aceptación”.
El Secretario General de la FLM recordó que a lo largo de la historia, el mandato bautismal de Cristo a veces ha llevado a “prácticas que parecen más que cuestionables hoy en día”. Estos incluyen “la misión de la violencia en la Edad Media a fenómenos como el llamado Souperismo” en Irlanda del siglo 19, donde las sociedades bíblicas ofrecían comida a los niños hambrientos con la condición de que se convirtieran en miembros de la iglesia protestante. Afortunadamente, agregó, “este método misionero ya fue duramente criticado por muchos representantes de la iglesia en Gran Bretaña en ese momento”.
Fortalecimiento de las iglesias en la misión holística
Reflexionando sobre la naturaleza holística de la misión, que incluye la proclamación, la defensa de la justicia y el servicio a las personas necesitadas, Burghardt señaló que “el fortalecimiento de las iglesias en misión ha sido uno de los cuatro pilares de la FLM desde su fundación hace 75 años”. También hizo hincapié en la necesidad de evitar la instrumentalización de las iglesias con fines políticos partidistas.
Elogiando la fructífera cooperación entre la FLM y el EMW, Burghardt expresó particularmente su gratitud por el trabajo compartido en el campo de la educación teológica. “Esto ha permitido el acceso a estudios y formación para muchas personas en todo el mundo, ampliando sus horizontes”. Ella concluyó: “Si compartimos la misma misión, objetivos y entusiasmo por la missio Dei, podemos hacer una diferencia en el mundo juntos”.
