Politicos cristianos en Europa luchan por eliminar la práctica «vientre en alquiler» o gestación subrogada

El certificado de paternidad de la UE propuesto genera presión para que los gobiernos de los estados miembros legalicen la práctica de la gestación subrogada.

El Movimiento Político Cristiano Europeo, en colaboración con los despachos de los eurodiputados Bert Jan Ruissen (ECR) y Miriam Lexmann (EPP), promovieron una jornada sobre políticas de crianza en la Unión Europea.

El evento, que tuvo lugar en Bruselas, tuvo como foco principal la discusión en torno al tema de la gestación subrogada .

En su Twitter, Ruissen reforzó: “¡Los bebés no son mercancía! Por lo tanto, deberíamos prohibir la subrogación comercial, no expandirla”.

Para brindar experiencia en el tema, dos expertos de renombre fueron invitados como oradores principales. Adina Portaru, asesora principal de la organización religiosa de defensa legal ADF International, y Olivia Sarton, directora científica de la organización francesa de derechos de los niños Juristes Pour l’Enfance (Advocates for Children), compartieron sus perspectivas y experiencias durante la conferencia.

La conferencia fue una respuesta directa a la reciente propuesta de la Comisión Europea sobre un certificado de paternidad de la UE, que actualmente se está debatiendo en el Parlamento Europeo.

Esta propuesta ha generado presión sobre los gobiernos de los estados miembros para que legalicen la práctica de la gestación subrogada, incluso en países donde esta práctica no está permitida.

Según Evangelical Focus, el tema también contradice lo que la Comisión ha afirmado reiteradamente en varias ocasiones: que las instituciones europeas no tienen competencias en materias como la familia, el matrimonio, la crianza de los hijos, etc.

Tráfico humano

Para los anfitriones del encuentro, la gestación subrogada alimenta el abuso, la trata de personas, la violación de los derechos de mujeres y niños vulnerables, afectando la dignidad humana. Afirman que la práctica mercantiliza tanto a los niños como a los úteros de las mujeres, lo cual es inaceptable.

Olivia Sarton enfatizó que la gestación subrogada representa una forma moderna de explotación, que se aprovecha del cuerpo de la mujer y somete a los hijos que genera a una apropiación no deseada.

Destacó las preocupaciones sobre las condiciones en las que muchas mujeres consienten en esta práctica, y señaló que las situaciones de necesidad y fragilidad psicológica ponen en duda el consentimiento genuino de estas mujeres.

Sarton también se refirió a la Declaración de Casablanca, que pide la abolición universal de la subrogación.

Mercantilización de los niños

Según Portaru, la mencionada propuesta de la Comisión Europea busca alcanzar un objetivo específico que la UE ha perseguido e impulsado en los últimos años, expresado en el lema: “Si eres padre en un país, eres padre en todos los países”.

Para ella, esto significa que “si un país de la UE reconoce, por ejemplo, una sentencia estadounidense que reconoce la paternidad derivada de un acuerdo de gestación subrogada, esa relación o partida de nacimiento tendrá que ser reconocida en toda la UE. Así que, de hecho, todo tipo de gestación subrogada estará permitida y justificada a través de la propuesta de regulación”.

Hubo acuerdo entre los ponentes y presentadores en que, en lugar de buscar regular la práctica de la gestación subrogada, el foco debe dirigirse a resaltar que la subrogación significa, en esencia, la mercantilización de los niños que se convierten en objetos de este tipo en consecuencia, lo cual es una profunda violación de su dignidad humana.

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