Algunos están regresando a casa después de escapar del conflicto en su país hace varios años. Otros son ciudadanos sudaneses del país del noreste de África donde se han producido intensos combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido.
En Malakal, el arzobispo anglicano Joseph Garang Atem de la Provincia Interna del Alto Nilo en Sudán del Sur dice que miles, probablemente entre 25,000 y 35,000 personas, han descendido a Renk a la vez.
“Hay tanto retornados como refugiados que han llegado debido a la crisis en Sudán. La llegada ha afectado mucho a la comunidad anfitriona”, dice Atem. “Esto podría desencadenar otra crisis entre la gente porque la comida no es suficiente, el agua no es suficiente, la medicina no es suficiente, nada es suficiente. Es un tiempo de grandes desafíos, no solo para la iglesia, sino para toda la comunidad”.