Debido a la guerra de Ucrania, la Iglesia Evangélica Luterana Alemana de Ucrania (GELCU) perdió el 60 por ciento de sus miembros, dijo Oleksandr Gross, pastor de GELCU en Odessa. Muchos huyeron al extranjero, algunos murieron en la guerra. Al mismo tiempo, la iglesia encontró nuevas formas de testificar fuera de sus congregaciones. En la jornada de clausura del Sínodo General de las Iglesias Evangélicas Luteranas Unidas en Alemania (VELKD), del 10 al 13 de noviembre de 2023, presentó un saludo en nombre de su iglesia, reflexionando sobre su situación un año y medio después de la invasión rusa de Ucrania.
Incluso antes del 24 de febrero de 2022, la iglesia había perdido congregaciones en Crimea y Donbás debido a la ocupación rusa, dijo. Al comienzo de una guerra a gran escala en la primavera de 2022, muchas personas abandonaron el país. Las congregaciones de Zaporiyia y Querson estaban bajo ocupación, la mayoría de los miembros de la iglesia luterana huyeron al extranjero. “La invasión de hace un año y medio nos costó al menos el 60 por ciento de nuestros miembros”, dijo Gross. Algunas congregaciones se han convertido en grupos pequeños, otras ya no existen”.
“Donde el Señor nos ha llamado”
Los pastores de GELCU se quedaron “donde y a quien el Señor nos ha llamado”, dijo Gross. La iglesia está ofreciendo apoyo social en sus respectivos barrios. “Estamos cerca, llevamos ayuda a las personas en sus casas: palabras, ropa, medicamentos, alimentos”, explicó el pastor. “El 95% de las personas a las que servimos no comparten nuestra confesión”.
A pesar de lo terrible que es la guerra, ha mostrado un aspecto diferente del ministerio de la iglesia, dijo Gross. “Más que nunca, tenemos la oportunidad de no ser una iglesia culturalmente extranjera, sino de ser una iglesia para todos, de estar cerca de los necesitados y de romper el estereotipo de iglesia en la sociedad”. Dijo Oleksandr Gross.
Profundamente arraigados en la fe, damos testimonio del amor en medio del odio que ha traído la guerra.
– Oleksandr GROSS, pastor en Odessa, GELCU
Difundir la fe y la esperanza
“Profundamente arraigados en la fe, damos testimonio del amor en medio del odio que ha traído la guerra”, continuó Gross. “Aprendemos a escuchar las necesidades de los demás, cuando todos tratan de salvarse a sí mismos y a sus seres queridos. Vivimos desde la fe y la esperanza, donde a la gente le resulta difícil imaginar un futuro. Somos fuertes en el Señor”, concluyó.
