Debbie Holcomb y Rose Calhoun estaban alegres mientras clasificaban toneladas de donaciones de alimentos que llegaban en camiones y por individuos a la Misión Metodista Unida de la Montaña para los/as sobrevivientes de la peor inundación en la historia del este de Kentucky. Las dos mujeres metodistas unidas estaban ofreciendo tanto abrazos como bolsas de comida. “Estamos viendo gente en condiciones lamentables. Personas que estuvieron esperando durante horas el ser rescatadas de lugares oscuros y húmedos; estaban solos/as y podían oír el llanto de los bebés. A veces solo necesitan ser retenidos” dijo Holcomb.
Rosemarie Peak (izquierda), sobreviviente de la inundación visita a las voluntarias Rose Calhoun (izquierda) y Debbie Holcomb mientras recoge suministros de socorro en la Misión Metodista Unida de la Montaña.
Belinda Gross entró en busca de comida para su familia de cuatro personas comentó. “La inundación destruyó todo lo que tenía: lavadora y secadora nuevas y el refrigerador. Es la primera vez que tengo agua en mi casa”.
Tony Struzziery traía un camión lleno de donaciones desde Roanoke, Virginia: “Mi corazón me dijo que viniera. Soy contratista y regresaré para ayudar a las personas a detener el desarrollo de moho en sus hogares”.
Karen Bunn (izquierda) visita a Dolly Barnett en medio de montones crecientes de suministros de socorro donados para sobrevivientes de inundaciones en la Misión Metodista Unida de la Montaña. Bunn es la directora ejecutiva del centro y Barnett trabaja allí.
La Misión Metodista Unida de la Montaña es un proyecto de la Conferencia Anual de Kentucky de La Iglesia Metodista Unida (IMU). Andy Mitchell, director de comunicaciones de la misión, dijo que la ayuda llega de todas partes y de diferentes grupos religiosos: “El grupo Islamico de Socorro trajo toneladas de agua y a las 6 p.m., hora de la oración, simplemente salieron a nuestro estacionamiento y colocaron sus tapetes y oraron después de trabajar duro para ayudar”.
El Obispo Leonard Fairley visita a Karen Bunn (centro) y la Revda. Karen Stigall en la Misión Metodista Unida de la Montaña. Bunn es la directora ejecutiva del centro y Stigall es el superintendente del Distrito Sudeste de la Conferencia Anual de Kentucky, donde ocurrieron gran parte de las recientes inundaciones.
Karen Bunn, directora de la misión, dijo que vino a Jackson por un año y se ha quedado por 30 años; ella y su equipo han estado clasificando montañas de donaciones que han crecido aún más desde las inundaciones. “La gente lo ha perdido todo; viven en tiendas de campaña en su propiedad y sigue lloviendo. ¿Te imaginas cómo se deben sentir?” preguntó.
Austin Herald, empleado del centro, descarga suministros de socorro donados a la Misión Metodista Unida de la Montaña, destinados a los/as sobrevivientes de las inundaciones. Sosteniendo la puerta está la voluntaria Debbie Holcomb de la Iglesia Metodista Unida de Hampton, Kentucky.
Holcomb y Calhoun dijeron que han sido testigos de “historias de Dios” una y otra vez. Como la mujer que entró y entre lágrimas les dijo que su lavadora, secadora y refrigerador sobrevivieron a la tormenta, pero los saqueadores se los robaron. Poco tiempo después, alguien llamó diciendo que solo tenían esos artículos y que querían donarlos, dijo Calhoun.
“La inundación fue mala, pero esta ayuda está siendo útil desde el extremo opuesto del espectro” dijo Mitchell.