Teresa Cassua ha luchado contra la malaria la mayor parte de su vida; ha cuidado a miembros de su familia que contrajeron la enfermedad y, a menudo, ella misma se enfermaba. En su comunidad cerca del centro de salud de Quessua en el este de Angola, es difícil escapar de los mosquitos durante la temporada de lluvias, cuando las larvas eclosionan y los voraces insectos pican constantemente.
“Quiero comenzar agradeciendo al equipo por ayudarme a mí y a mi comunidad. El año pasado, mi familia sufrió varios casos de malaria y ahora, con la campaña metodista unida “Imaginémonos sin Malaria”, hemos aprendido cómo deshacernos de charcos de agua estancada, limpiar arbustos alrededor de nuestras casas y eliminar desechos sólidos para reducir la presencia de mosquitos cerca” dijo Cassua al evaluador del programa.
Quedó impresionada por los/as pacientes voluntarios/as de la juventud metodista unida de Quessua quienes compartieron información sobre cómo se propaga la malaria y la importancia de dormir bajo mosquiteros todas las noches. Incluso decidió hablar con su hijo sobre tomar el entrenamiento y unirse al equipo.
Angola se ubica como uno de los 10 países más afectados por casos y muertes por malaria en el mundo (World Health Organization 2020 World Malaria Report). Es la principal causa de mortalidad, así como el 35% de la demanda de servicios médicos y el 40% de los ingresos hospitalarios. Desde su formación en 2011, la Junta Metodista Unida de Salud del Este de Angola ha trabajado firmemente en la prevención, el tratamiento y la educación comunitaria sobre la malaria.
Jóvenes voluntarios/as de la IMU del Este de Angola, con camisetas INM verde claro, hablan con personas de la comunidad y se reúnen con ellos/as en sus puertas para explicarles formas de prevenir la malaria. Foto de C. Ssalvador.
Educar para la salud en Malanje
El Dr. Leo García, misionero, médico y pastor que trabaja en el centro de salud de Quessua, ha ayudado a capacitar a facilitadores locales, jóvenes, adultos jóvenes, líderes comunitarios y líderes de la iglesia que se dispersan por las aldeas para compartir lo que han aprendido. en presentaciones grupales. A veces también van de puerta en puerta para llegar a más personas.
Sus campañas tienen buenos índices de éxito, llegando a casi 25.000 personas en las nueve comunidades que rodean la misión Quessua. García dice que han visto un aumento en las mujeres embarazadas que vienen a recibir atención prenatal, incluido el tratamiento preventivo intermitente (IPT por sus siglas en inglés) de la malaria, dosis periódicas de medicamentos preventivos que reducen la presencia del parásito que causa la malaria. El IPT mejora las tasas de natalidad y la salud de las madres y los/as recién nacidos/as.
El número de pacientes ha aumentado hasta el punto de que a veces el personal de Quessua tiene problemas para mantenerse al día, pero recientemente, la adición de una clínica móvil ha significado que los servicios de salud pueden administrarse en las comunidades, aliviando parte de la carga en las instalaciones del centro de salud de Quessua.
Cleivy Benítez, esposa del Dr. García quien también es médica y profesora de teología, dirige algunos de los equipos de la clínica móvil. Descubrió lugares donde los/as niños/as mostraban signos de desnutrición severa, otro factor que debilita el sistema inmunológico y aumenta la probabilidad de casos graves y fatales de malaria. Por lo tanto, Quessua desarrolló un programa para rastrear la desnutrición en las comunidades y proporcionar suplementos alimenticios mensuales a las familias cuyos/as niños/as necesitan nutrición adicional.
Los métodos educativos diseñados para capacitar a los/as facilitadores/as para la prevención de la malaria también se pueden utilizar con diferentes planes de estudio para capacitar para la prevención del COVID-19. La Junta Metodista Unida de Salud del Este de Angola también ha desarrollado este programa de capacitación, con algunos/as de los/as mismos/as facilitadores/as.
Cambio en la Comunidad
Teresa Cassua mencionó algunos de los cambios reales que ha visto cuando su comunidad decidió unirse para evitar que los mosquitos propaguen el parásito de la malaria. Además de limpiar su entorno, el 92% de los/as pacientes que acuden al establecimiento de salud por malaria llegan antes, con la aparición de los primeros síntomas. Los mosquiteros ahora se cuelgan correctamente y se usan de manera efectiva en los hogares en lugar de usarse como redes de pesca y cubiertas de jardín.
Cassua comentó sobre la pasión con la que los/as voluntarios/as metodistas unidos/as compartieron sus conocimientos en su comunidad: “Realmente les encanta ayudarnos a cambiar nuestras vidas para mejorar a toda la comunidad”.
Ministerios Globales suministró una importante subvención al este de Angola para su campaña “Imaginémonos sin Malaria” y Chicosseno Salvador, gerente del programa de malaria del este de Angola, coordinó la implementación con el personal de Quessua.
Considere donar a “Imaginémonos sin Malaria”. Comunidad por comunidad continúan los esfuerzos para erradicar la enfermedad y el sufrimiento que causa en todo el mundo.