El tercer aplazamiento de la asamblea legislativa de La Iglesia Metodista Unida (IMU) no solo ha interrumpido los planes para una separación denominacional formal, sino también para un acuerdo interdenominacional, pues con tanta incertidumbre dentro del redil metodista unido, una asociación de comunión plena propuesta entre la denominación y La Iglesia Episcopal, permanece en suspenso.
La Iglesia Episcopal no tiene planes de votar sobre la comunión plena cuando se reúna para su Convención General este julio en Baltimore; en cambio, los/as episcopales están considerando una resolución que elogia el trabajo en curso del Comité de Diálogo Iglesia Episcopal-IMU y su propuesta de comunión plena “Un Regalo para el Mundo: Colaboradores/as para la Curación del Quebrantamiento”.
Los/as líderes ecuménicos/as de ambas denominaciones están de acuerdo: los/as metodistas unidos/as deberían ser los/as primeros/as en votar sobre la propuesta en sí.
“Se consideró apropiado que se aclarara la dirección futura de La IMU y, por lo tanto, se decidiera su actitud hacia el acuerdo de comunión plena antes de que la Convención General de La Iglesia Episcopal lo votará” dijo David N. Field, oficial de personal ecuménico del Concilio de Obispos/as Metodistas Unidos/as, y agregó que sectores significativos de La Iglesia Episcopal no apoyarían la comunión plena si siguen vigentes las prohibiciones de los/as metodistas unidos/as sobre el matrimonio igualitario y el clero homosexual “autodeclarado practicante”.
El creciente debate y el desafío de esas prohibiciones ha llevado a la presentación a la próxima Conferencia General de múltiples opciones para algún tipo de separación. Pero con la máxima asamblea legislativa de La IMU pospuesta hasta 2024, un grupo teológicamente conservador que busca mantener esas restricciones ha decidido no esperar la acción de la Conferencia General, por lo que ha adelantado para el 1 de mayo el comienzo de una denominación disidente, La Iglesia Metodista Global.
Tomará algún tiempo el sacudirse lo que venga después, pero La IMU tiene un método para la mayoría de las cosas, incluidas las desafiliaciones.
El aplazamiento de la Conferencia General también ha retrasado la consideración del Pacto de Navidad propuesto, una legislación que daría más autonomía a las diferentes regiones de La IMU y que potencialmente dejaría los asuntos relacionados con el ministerio LGBTQ en manos de cada región. Queda por ver cómo será La IMU en los próximos años.
Field señaló que dependerá de La Iglesia Metodista Global desarrollar sus propias relaciones ecuménicas de acuerdo con sus enseñanzas.
La Revda. Margaret Rose, diputada de relaciones ecuménicas e interreligiosas de La Iglesia Episcopal, dijo al Servicio Episcopal de Noticias que cualquier plan para la comunión plena sería con la parte de La Iglesia Metodista Unida que afirma LGBTQ. Por ahora, ella ve la resolución de La Iglesia Episcopal presentada a la Convención General de este verano, como una garantía para los/as metodistas unidos/as “de que queremos continuar en la lucha por la justicia con ustedes”.
Tal como está planteada, la propuesta de comunión plena entre episcopales y metodistas unidos/as no menciona la inclusión LGBTQ. El documento se describe a sí mismo como “un esfuerzo por llevar a nuestras iglesias a una asociación más estrecha en la misión y el testimonio del amor de Dios, y así trabajar juntas para sanar las divisiones entre los/as cristianos/as y por el bienestar de todos/as”.
La comunión plena no es una fusión donde las denominaciones se vuelven una, como sucedió cuando se formó La Iglesia Metodista Unida en 1968. Más bien significa que cada iglesia reconoce a la otra como socia en la fe cristiana, reconoce la validez del bautismo y la Eucaristía de cada una y se compromete a trabajar juntas en el ministerio. Tal acuerdo también significa que los/as episcopales y los/as metodistas unidos/as pueden compartir el clero.
La IMU ya tiene acuerdos de comunión plena con la Iglesia Evangélica Luterana en América, la Iglesia Unida en Suecia, cinco denominaciones históricamente negras Pan-Metodistas y la Iglesia Morava en América del Norte. Cada una de estas compañeras de comunión plena tiene enseñanzas variadas relacionadas con la homosexualidad.
El diálogo metodista unido -episcopal, que data de 2002, tiene como objetivo reunir a dos iglesias con vínculos históricos con la Iglesia de Inglaterra de John Wesley.
Un acuerdo de comunión plena entre las dos iglesias también completaría una especie de cuadrado ecuménico, pues al igual que los/as metodistas unidos/as, los/as episcopales ya tienen comunión plena con luteranos/as y moravos/as. La única línea que falta en este cuadrilátero se encuentra entre las dos denominaciones con posiblemente la herencia más compartida. Las dos iglesias deben su separación menos a las diferencias teológicas que a la interrupción de la Revolución Americana.
John Wesley siguió siendo sacerdote de la Iglesia de Inglaterra hasta el final de sus días, pero después de la guerra, dio el paso trascendental de nombrar líderes del clero para servir en la nueva nación justo cuando muchos sacerdotes de la Iglesia de Inglaterra en los Estados Unidos se dirigían a Gran Bretaña. Los esfuerzos de Wesley llevaron al nacimiento en 1784 de una nueva denominación en los Estados Unidos, que eventualmente se convertiría en La Iglesia Metodista Unida, con casi 13 millones de miembros en cuatro continentes.
La Iglesia Episcopal, que conserva sus estrechos vínculos con la Iglesia de Inglaterra, comenzó oficialmente en los Estados Unidos cinco años después. Hoy, La Iglesia Episcopal tiene alrededor de 1,8 millones de miembros, principalmente en los Estados Unidos, pero también en el Caribe y partes de América Latina.
En este punto, no hay un cronograma establecido para cuando los/as líderes ecuménicos/as de cada denominación esperan ver finalmente aprobada la comunión plena. La Convención General de La Iglesia Episcopal normalmente se reúne cada tres años y la Conferencia General Metodista Unida normalmente se reúne cada cuatro, pero la pandemia por el COVID-19 ha trastornado los calendarios de ambas grandes reuniones.
El Concilio de Obispos/as Metodistas Unidos/as presentó el acuerdo de comunión plena propuesto a la próxima Conferencia General, entonces programada para 2020. Aún no se sabe que legislación se presentará ante la Conferencia General pospuesta, ahora fijada para 2024.
Los/as organizadores/as de la Conferencia General esperan pedirle al Concilio Judicial, tribunal supremo de La IMU, claridad sobre lo que se puede posponer, ya que la comisión considera que la reunión en el 2024 se trata de un aplazamiento en lugar de una nueva asamblea.
Una pregunta es si el proceso de presentación legislativa comienza completamente de nuevo o si los/as organizadores/as de la Conferencia General solo necesitan aceptar presentaciones adicionales que cumplan con los nuevos plazos. Otra pegunta es si los/as delegados/as elegidos/as para la Conferencia General de 2020 pueden servir en 2024.
Pero incluso en medio de la incertidumbre, el ministerio continua, lo que incluye oportunidades para que los/as metodistas unidos/as y los/as episcopales/as cooperen más plenamente en el servicio a Dios y al prójimo. “Alentamos a las congregaciones locales de La IMU y a las conferencias anuales a continuar desarrollando y profundizando las relaciones con sus contrapartes episcopales en este ínterin. También planeamos continuar las discusiones de diálogo con nuestras contrapartes episcopales para profundizar nuestras relaciones y planificar el futuro en el tiempo entre ahora y la CG 024” dijo Field.