En area violenta de Ciudad del Cabo madre provee educacion para niños/as con necesidades especiales

Teacher Thembakazi Bojana works with students at the Nomaxabiso Children Center in the Philippi neighborhood of Cape Town, South Africa. The center, which receives support from The United Methodist Church, serves children with special educational needs. Photo by Mike DuBose, UM News.

Dentro del edificio de colores brillantes hay niños/as de todas las edades y habilidades que cantan, bailan y aprenden. Ellos/as no saben que viven en el municipio más peligroso e infestado de pandillas de Ciudad del Cabo, dijo Nontuthuzelo Nozulwane, fundadora del Centro Infantil Nomaxabiso.

Más de 100 alumnos/as asisten al centro que ofrece educación y atención a niños/as con necesidades especiales. La escuela también ofrece instrucción preescolar para los/as niños/as del vecindario.

Ciudad del Cabo es la capital de la Provincia Occidental del Cabo, con poco más de 5,8 millones de habitantes. El centro de cuidado infantil está situado en Philippi East, un municipio con una alta tasa de delincuencia, abuso de drogas y desempleo. “Esta es una de las áreas más peligrosas; a la gente le disparan y no se hace nada” dijo el Rev. Brian Marimira, un pastor metodista unido que dirigió la cercana Misión Metodista Unida Bethel durante dos años. Dijo que le duele volver al vecindario y ver las necesidades de la comunidad.

Nontuthuzelo Nozulwane says caring for her son, Mphuthumi Mfengu, motivated her to start assisting other children in the Philippi East community of Cape Town with similar conditions to his. Photo by Tapiwa Bopoto.

Nontuthuzelo Nozulwane dice que cuidar a su hijo, Mphuthumi Mfengu, la motivó a comenzar a ayudar a otros/as niños/as en la comunidad Philippi East de Ciudad del Cabo con condiciones similares a las de él. Foto de Tapiwa Bopoto.

Más de 100 alumnos/as asisten al centro que ofrece educación y atención a niños/as con necesidades especiales. La escuela también ofrece instrucción preescolar para los/as niños/as del vecindario.

Ciudad del Cabo es la capital de la Provincia Occidental del Cabo, con poco más de 5,8 millones de habitantes. El centro de cuidado infantil está situado en Philippi East, un municipio con una alta tasa de delincuencia, abuso de drogas y desempleo. “Esta es una de las áreas más peligrosas; a la gente le disparan y no se hace nada” dijo el Rev. Brian Marimira, un pastor metodista unido que dirigió la cercana Misión Metodista Unida Bethel durante dos años. Dijo que le duele volver al vecindario y ver las necesidades de la comunidad.

The Rev. Maureen Figlan (right) dances with children at the Nomaxabiso Centre for Children. At rear is teacher Cetyiswa Shumi. Figlan is superintendent of The United Methodist Church’s Cape Coastal District. Photo by Mike DuBose, UM News.

La Revda. Maureen Figlan (derecha) baila con niños/as en el Centro Infantil Nomaxabiso. En la parte trasera está la maestra Cetyiswa Shumi. Figlan es superintendente del Distrito Costero del Cabo de La Iglesia Metodista Unida. Foto de Mike DuBose, Noticias MU.

El pueblo metodista unido de Sudáfrica ofrece apoyo para el ministerio de Nozulwane y la Revda. Maureen Figlan, superintendente del Distrito Costero del Cabo, dijo que el centro ocupa un lugar especial en su corazón: “Cada vez que visito a los/as niños/as discapacitados/as soy recibida con sonrisas genuinas y amor, que derriten mi corazón con alegría”.

Figlan dijo que conoció a Nomaxabiso durante sus 17 años como directora de una escuela cercana: “Los padres de la comunidad con niños/as discapacitados/as querían que sus hijos/as estuvieran inscritos/as en una escuela tradicional… al no aceptar la condición de sus hijos/as. Fue entonces cuando me enteré de Nomaxabiso y me acerqué a Nontuthuzelo en busca de ayuda”.

Siyanda Bojana greets visitors at the Nomaxabiso Centre for Children. Photo by Mike DuBose,

Siyanda Bojana saluda a los/as visitantes al Centro Infantil Nomaxabiso. Foto de Mike DuBose, Noticias MU.

Figlan comentó que aunque la Secretaría de Desarrollo Social del país asiste con alimentos al centro, esto no es suficiente por la cantidad de niños/as que reciben ayuda: “En ocasiones me acerco a los supermercados para pedir donaciones de verduras y uso mi vehículo para ir a buscarlas”.

Además de la ayuda de Figlan, miembros de la Conferencia de Sudáfrica también ayudan al centro a traducir documentos y escribir cartas solicitando donaciones de ropa y alimentos de las tiendas locales.

Nozulwane dijo que su trabajo ha sido gratificante, pero para los padres y estudiantes del vecindario, el centro les ha cambiado la vida: “Cuando camino por las calles de esta comunidad, las personas me sonríen y me llaman ‘Madre de los/as discapacitados/as’. Dios nunca deja de darme fuerzas para hacer el bien”.

* Makunike es director de comunicaciones de la Conferencia de Sudáfrica de La Iglesia Metodista Unida. Neliswa Mafatshe y Sisanda Mthembu son comunicadoras de la Conferencia de Sudáfrica y contribuyeron con este artículo.

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