Trabajemos por la paz en un mundo perturbado – Mensaje de Pascua del Secretario General.

El obispo Anthony Poggo, secretario general de la Comunión Anglicana, ha compartido un mensaje de Pascua.

“Se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto”.

Cuando leemos el relato evangélico de Juan sobre la mujer que descubrió la tumba vacía en el jardín de la resurrección, sentimos su sorpresa y conmoción.

Las cosas no son como ella esperaba que fueran.

La piedra ha sido removida y el sepulcro está vacío.

Corre y llama a dos de los discípulos de Jesús. Ellos también empiezan a correr. En la tumba, todo lo que encuentran son las tiras de lino que estaban envueltas alrededor de Jesús crucificado.

Es una escena de desorden y disrupción.

En nuestro mundo actual, millones de personas viven en situaciones de desorden y perturbación extremos, causados por problemas como la guerra y los conflictos, la pobreza y la crisis climática.

La guerra civil en Sudán está causando una crisis humanitaria que está provocando la pérdida continua de vidas humanas, la inseguridad alimentaria, el declive económico y el desplazamiento de más de 8 millones de personas.

Del mismo modo, debido al conflicto entre Israel y Gaza, la ONU ha declarado que la hambruna en Gaza es inminente.

A nivel mundial, el impacto de la crisis climática, incluido el aumento de la contaminación y los fenómenos meteorológicos extremos, está dañando la salud, provocando desplazamientos masivos de personas y aumentando los riesgos de hambre.

En medio de tales situaciones de conflicto, sufrimiento y desigualdad, la idea de un Dios fiel puede parecer incomprensible. Al igual que María Magdalena en el jardín, podemos encontrarnos clamando, preguntándonos por qué Dios está ausente y ausente.

Pero a medida que se desarrolla la historia, vemos que Jesús está realmente presente, aunque María tarda un tiempo en reconocerlo como el Cristo resucitado y no como el jardinero.

Cuando Jesús está frente a ella, la derrota de la muerte se ve interrumpida por la esperanza de la resurrección, reordenando todo lo que está roto en el mundo.

Es un acto redentor, que trae transformación, paz y esperanza. Al aparecer a sus discípulos, las primeras palabras que Jesús les pronuncia son: “La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió, así también yo los envío a ustedes”.

Como Secretario General, y en nuestro trabajo como Oficina de la Comunión Anglicana, estamos en estrecho contacto con muchas iglesias anglicanas de todo el mundo que trabajan activamente por la paz y la restauración en sus entornos.

En las últimas semanas, he tenido el privilegio de visitar la Iglesia de Sudán y de apoyar a las personas afectadas por la guerra civil.

He visitado la Iglesia de Bangladesh y la Iglesia de Myanmar y he visto de primera mano muchos de los proyectos vitales de la iglesia y la comunidad que realizan.

Nuestro equipo anglicano de la ONU ha representado la voz de los anglicanos en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, hablando sobre cuestiones de justicia de género, empoderamiento y alivio de la pobreza.

La Diócesis Episcopal de Jerusalén y la Alianza Anglicana continúan apoyando el trabajo humanitario en respuesta al conflicto en Tierra Santa.

En cada situación, y en muchas otras similares, me anima el testimonio conjunto de los anglicanos al hacer visible el amor de Dios en sus comunidades.

En esta Pascua, que sigamos siendo una Comunión Anglicana en salida, que comparte la esperanza de Dios y vive una fe que anhela la restauración de Dios. Trabajemos por la paz en un mundo perturbado.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

0 Comments
scroll to top