ALC: Iglesias miembros abogando juntas por la justicia climática

El cambio climático plantea muchos desafíos para el desarrollo en América Latina y el Caribe. Esta región ya experimenta los impactos del cambio climático a través de sequías, inundaciones, acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, ciclones tropicales y cambios de temperatura que afectan negativamente los medios de vida costeros, el turismo, la salud, la alimentación y la seguridad del agua. Ante esto, 36 jóvenes, pastores y laicos se dieron cita en un taller en El Salvador del 26 al 28 de julio para construir una hoja de ruta para lograr la justicia climática.

Procedían de las iglesias miembros de la Federación Luterana Mundial (FLM) en Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Perú, Argentina, Brasil, Colombia y Chile.

Entre los invitados internacionales que contribuyeron al taller se encontraba Ramón Pichs. Es el vicepresidente del grupo de trabajo del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU que se enfoca en la mitigación del cambio climático, evalúa métodos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera. A él se unieron el Rev. Dr. Rafael Malpica, Director Ejecutivo de Misión Global de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA); Rev. Kerstin Schönleben, Jefa del Departamento de América Latina en Mission EineWelt, Alemania; y Salvador Nieto de la Universidad Luterana Salvadoreña.

“Nuestras iglesias miembros están experimentando pérdidas y daños inducidos por el clima. Sin embargo, también están creando iniciativas de adaptación y mitigación que respondan a las necesidades de las personas”, dijo la Secretaria General, Rev. Anne Burghardt, en un video de saludo al taller. “Como comunión de iglesias, los dones espirituales y teológicos de la tradición luterana nos ayudan a cultivar un sentido ecológico de ser humanos y una vocación para cuidar del bienestar de toda la creación”.  

El cambio climático es una carga adicional para la región de ALC además de otros desafíos. Exacerba la pobreza y la desigualdad, forzando el desplazamiento interno y la migración, expulsando a las personas de sus hogares y poniendo en peligro las fuentes de alimentos y los medios de subsistencia.  

Diego Gil, uno de los participantes de la Iglesia Luterana Agustina de Guatemala, dijo que la crisis climática refleja “las asimetrías en una sociedad global”. La acción y la promoción de las iglesias y la sociedad civil buscan abordar este desequilibrio.

Los participantes se comprometieron a trabajar juntos para fortalecer el conocimiento y las capacidades para la defensa de la justicia climática de las iglesias miembros de la FLM en la región. También acordaron intensificar y compartir las mejores prácticas en este campo. A nivel político, acordaron abogar a nivel nacional, regional e internacional para lograr los compromisos establecidos en el Acuerdo de París . También promoverán y compartirán el conocimiento y la experiencia local sobre la justicia climática. Esto incluye cambiar las prácticas económicas que ponen cada vez más en peligro la naturaleza y la vida humana.

“El taller fue un éxito y contribuyó en gran medida a desarrollar capacidades para la defensa de la justicia climática en nuestras iglesias miembros”, dijo Elena Cedillo, Ejecutiva del Programa de Justicia Climática de la FLM . “Se basa en un proceso que comenzó en 2020”. Después de la última reunión, los participantes contribuirán al próximo Foro de Acción por la Justicia sobre Justicia Climática  a fines de agosto con su hoja de ruta de justicia climática.

Por FLM/A. Weyermüller

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