Como una “tragedia predicha”, Elisa Pérez Trejo, coordinadora de la Pastoral de Migrantes de la Iglesia Luterana Mexicana (ILM), describió el incendio en un Centro de Seguridad en Ciudad Juárez, en la frontera entre México y Estados Unidos. Al menos 40 personas murieron y unas 30 resultaron gravemente heridas en el incidente del 27 de marzo.
En el centro de Ciudad Juárez, los migrantes indocumentados, principalmente de América Central, Venezuela, Cuba y Haití, son detenidos. Los centros de migración en México forman parte de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM). Anteriormente, han sido duramente criticados por organizaciones de derechos humanos debido a las precarias condiciones en las que se mantiene a los migrantes en el interior, la falta de atención médica adecuada y la violación de sus derechos.
En una declaración oficial, el ILM y otras organizaciones refuerzan las críticas que había expresado previamente en septiembre de 2022 después de que representantes de la iglesia visitaron el centro.
“Cuando entramos, era obvio que todo había sido limpiado para la ocasión porque había un fuerte olor a cloro y pintura”, dijo Pérez Trejo. Primero vieron las habitaciones, que en realidad son celdas equipadas con rejas para mantener a los migrantes encerrados. “Las condiciones de confinamiento de las mujeres eran terribles porque no tenían ni siquiera sus necesidades más básicas cubiertas o tener la oportunidad de ir al baño regularmente”, dijo.
Otra cosa que llamó la atención fue que, aunque está prohibido detener a los niños, había pertenencias y artículos de los niños en el centro, pero no se veían niños ni niñas.
México ha firmado muchos tratados internacionales sobre la protección de los migrantes. Pero esto no es suficiente para evitar tragedias como la de Ciudad Juárez.
Elisa Pérez Trejo, coordinadora de la Pastoral de Migrantes de la Iglesia Luterana Mexicana
Las habitaciones de los hombres están al final de pasillos muy estrechos y en el medio están las oficinas del personal. “No hay áreas de evacuación, y no había un sistema para que los migrantes encerrados salieran y se salvaran en caso de incendio”, dijo Pérez Trejo.
“Los centros de migración no tienen ninguna razón para detener a las personas”, agregó. “Se han convertido en centros de detención; Eso es ilegal. En México, todas las personas que ingresan al país, tengan o no papeles, tienen derecho a cruzar el país sin ser detenidas”. Además, recordó Pérez Trejo, “México ha firmado muchos tratados internacionales sobre la protección de los migrantes”. Sin embargo, “esto no es suficiente para evitar tragedias como la de Ciudad Juárez. Es triste decirlo, pero creo que esto fue una tragedia de esperar”.