Los mensajes de las preasambleas identifican cuestiones y preocupaciones clave

Cuatro Pre-Asambleas Regionales han sido parte integral de la preparación de las iglesias miembros de la Federación Luterana Mundial (FLM) para la próxima Decimotercera Asamblea en Cracovia, Polonia. Reunidos en sus contextos regionales, los participantes en cada pre-asamblea formularon un mensaje. Estos serán presentados en la Asamblea e informarán el mensaje de la Asamblea y ayudarán a establecer prioridades para el trabajo de la FLM en los próximos años.

Los cuatro mensajes enfatizan la necesidad de capacitación teológica y formación para mujeres, hombres y jóvenes y piden esfuerzos continuos con respecto al fortalecimiento de la justicia de género y el liderazgo juvenil. Otras cuestiones transversales son responder a la crisis climática, abogar por la paz y la reconciliación, y oponerse al fundamentalismo en diversas formas.

Además, las regiones plantean preocupaciones específicas destacadas durante las Pre-Asambleas.

Las tres regiones europeas (Europa Central y Oriental, Europa Central y Occidental y región nórdica) identifican la búsqueda de “esperanza creíble y transformadora” en medio de la guerra contra Ucrania como temas clave. En el contexto de la disminución de la membresía de la iglesia en toda la región, los delegados reconocieron sus enormes desafíos para seguir siendo relevantes, esperanzadores y receptivos a las necesidades espirituales de las personas.

El mensaje de la Pre-Asamblea de América Latina y el Caribe (ALC) y América del Norte destacó cómo las iglesias en las dos regiones están llamadas a responder de manera integral a una variedad de desafíos contextuales, incluida la polarización, la corrupción gubernamental, la información falsa en los medios y en las redes sociales, y “la discriminación estructural que sufren los grupos vulnerables, a los que nos referimos como los gritos de un pueblo que clama por justicia”.

Las iglesias africanas miembros se pidieron mutuamente que “se centren en lo que nos une, no en lo que nos divide” y se comprometieron a cooperar con los gobiernos, los asociados ecuménicos, las organizaciones de la sociedad civil y la comunión luterana mundial para promover la paz y la reconciliación. En el mensaje, también instaron a las iglesias miembros a “trabajar juntas por la resolución de conflictos, la paz y la reconciliación, para apoyar a las iglesias expuestas a la violencia y el terrorismo o a los desafíos internos, abordando siempre las causas profundas del conflicto y la violencia”.

La Pre-Asamblea de Asia destacó el papel de la iglesia en el espacio público y la libertad de religión en contextos multiétnicos y multirreligiosos. Con un “fuerte espíritu de compañerismo, compromiso con la diaconía y paz, nuestros corazones se unen para el futuro de nuestra comunión local y global”. Los líderes de la iglesia asiática expresan su grave preocupación por los “diferentes grados de opresión” que enfrentan muchas iglesias en la región de Asia, incluidas las políticas que “nos impiden vivir nuestra fe libremente y violan los derechos humanos”, dice el mensaje.

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