El obispo Azad Marshall, moderador de la Iglesia de Pakistán, ha estado visitando iglesias y comunidades cristianas que fueron atacadas violentamente en Jaranwala, Pakistán, hace unas semanas atrás. Pidió que se pusiera fin al apartheid judicial mediante la aplicación justa y equitativa de las leyes entre las poblaciones mayoritarias y minoritarias, con el objetivo de prevenir futuros incidentes similares a los de Jaranwala. Actualmente, la aplicación de las leyes sobre la población cristiana es diferente de las mismas leyes que se aplican a la población musulmana, que, según el obispo Azad, es la razón por la cual surgen problemas.
Los líderes cristianos y musulmanes han unido fuerzas y están trabajando juntos para presionar al gobierno para garantizar que las leyes sean iguales para todos.
En una conferencia de prensa conjunta el sábado 19 de agosto, flanqueado por otros líderes religiosos, incluidos clérigos musulmanes, el obispo Azad declaró que la división debe ser enfrentada con paz y determinación.
También dijo: “la gente necesita ser restaurada en sus hogares y en sus iglesias. He visto que incluso después de cuatro días las iglesias todavía están en la oscuridad, no hay electricidad. Solicitamos que el gobierno restablezca la electricidad inmediatamente. Conocemos el peligro porque las líneas están rotas, pero también sabemos que hay formas de restaurar esto”.
El domingo, el obispo Azad presidió los servicios en Jaranwala, incluso en la iglesia del Ejército de Salvación que había sido atacada y “donde miembros dedicados perseveraron a pesar de la ausencia de agua y electricidad. Su edificio permanece inutilizable, sin embargo, se reunió una reunión considerable. Con lágrimas, cantamos, oramos y leímos las escrituras buscando comprensión y experimentando la presencia de Jesús entre nosotros”, dijo. Aproximadamente 20 iglesias continúan soportando desafíos sin servicios básicos.
El obispo Azad reflexionó sobre la visita de los funcionarios del gobierno y del Ministro Principal de Punjab, Moshin Naqvi: “Después de su discurso tranquilizador rebosante de promesas de apoyo, fue tomado por sorpresa por una joven de Jaranwala que rompió a los miembros del gabinete alrededor de Su Excelencia Mohsin Naqvi Saab. Sus preguntas continúan resonando: “¿Puedes garantizar que esto no volverá a suceder? ¿Puede garantizar nuestra seguridad? ¿Puede confirmar que yo, como cristiano paquistaní, soy valorado? Su consulta también ha provocado numerosas preguntas adicionales en mi mente. Exige una respuesta: leyes iguales para ciudadanos iguales”.
