El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se abstuvo en una votación del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra sobre una moción sobre las oraciones por las parejas en relaciones del mismo sexo. En una declaración de hoy (jueves), el arzobispo Justin explicó por qué se abstuvo personalmente de votar sobre la moción.
“Reconozco que siguen existiendo divisiones dentro de la Iglesia de Inglaterra sobre estas cuestiones. Esas divisiones son aún más profundas dentro de la Comunión Anglicana, donde la mayoría de las provincias siguen comprometidas con la enseñanza cristiana tradicional sobre el matrimonio y la sexualidad, mientras que una minoría ha adoptado bendiciones o matrimonio para parejas del mismo sexo.
“Los arzobispos de Canterbury deben trabajar siempre por la máxima unidad posible en la Iglesia, por imposible que parezca y por profundas que sean nuestras diferencias. Por esa razón, me abstuve en la votación porque mi responsabilidad pastoral se extiende a todos en la Iglesia de Inglaterra y en la Comunión Anglicana mundial.
“Como dije en la Conferencia de Lambeth el año pasado:
“Para la gran mayoría de la Comunión Anglicana, la comprensión tradicional del matrimonio es algo que es entendido, aceptado y sin cuestionamientos, no solo por los obispos, sino por toda su Iglesia y las sociedades en las que viven. Para ellos, cuestionar esta enseñanza es impensable, y en muchos países convertiría a la iglesia en víctima de burlas, desprecios e incluso ataques. El hecho de que muchas iglesias cambien la enseñanza tradicional desafía su propia existencia.
“Para una minoría, podemos decir casi lo mismo. No han llegado a la ligera a sus ideas de que la enseñanza tradicional necesita cambiar. No se descuidan de las Escrituras. No rechazan a Cristo. Pero han llegado a un punto de vista diferente sobre la sexualidad después de una larga oración, un estudio profundo y una reflexión sobre la comprensión de la naturaleza humana. Para ellos, cuestionar esta enseñanza diferente es impensable, y en muchos países está convirtiendo a la iglesia en víctima de burlas, desprecios e incluso ataques. El hecho de que estas iglesias no cambien la enseñanza tradicional desafía su propia existencia.
“‘Así que no nos tratemos unos a otros a la ligera ni descuidadamente. Estamos profundamente divididos. Eso no terminará pronto. Somos llamados por Cristo mismo a la verdad y a la unidad”.
“Ese sigue siendo mi llamado para todos nosotros, y será mi oración por la Iglesia en las próximas semanas y meses”.
