La misión de la Iglesia Metodista Global es hacer discípulos de Jesucristo que adoren apasionadamente, amen extravagantemente y testifiquen con valentía. Nuestra misión se centra en Jesús. Él es la cabeza de la iglesia. Somos sus siervos, sus seguidores, sus discípulos. Todo lo que hacemos está orientado hacia él. A menos que avancemos la causa de Cristo en el mundo, somos solo otra institución humana destinada al basurero de la historia. Pero si estamos vivos en Cristo, si todo lo que hacemos eleva a Jesús alto, si las personas entran en una relación que cambia la vida con Jesús, entonces contamos para Cristo y Dios puede usarnos para avanzar su reino aquí en la tierra.
La Iglesia GM tiene ahora seis meses de edad. Nos estamos inclinando hacia la misión que Dios nos ha confiado. Estamos comprometidos con cinco prioridades misionales. Al leer cada prioridad, les desafío a hacer dos preguntas: Primero, ¿cómo estoy participando personalmente en esta prioridad misional? Y dos, ¿cómo está avanzando la iglesia a la que asisto en nuestra misión en esta área?
Primero, somos una iglesia que está comprometida con laenseñanza bíblica. Dios ha puesto a nuestra disposición todo su consejo en las palabras de las Escrituras. La tarea principal de nuestro clero y nuestro liderazgo laico es asegurar que nuestra gente conozca y conozca la palabra de Dios tal como se revela en la Biblia. Los sermones deben estar fundamentados bíblicamente. Los discípulos de Jesús necesitan conocer las creencias fundamentales de nuestra fe. Con ese fin, la Iglesia GM ha adoptado uncatecismoque establece lo que creemos acerca de nuestra fe. Las personas que han profesado su fe en Jesús y que son miembros de nuestras congregaciones deben estar íntimamente comprometidas con estas creencias fundamentales. Los principios bíblicos deben guiar todas nuestras decisiones. No tenemos otra autoridad que la que nos ha dado nuestro Dios Soberano.
Segundo, abrazamos de todo corazón eldiscipulado transformacional. Tenemos la intención de hacer, desarrollar, nutrir y desplegar discípulos de Jesucristo a través de grupos pequeños donde cada persona es invitada, desafiada, apoyada y responsable de vivir vidas que reflejen el carácter y la misión de Cristo. Nuestro objetivo es tener una participación del 100% en los ministerios de grupos pequeños de cada una de nuestras iglesias. Anhelamos ver a cada persona reflejar cada vez más la mente y el carácter de Jesús. El discipulado al que estamos comprometidos es a la vez gozoso y responsable. Creemos que Jesús es la Verdad y como sus discípulos, tenemos un profundo deseo de conocer la verdad y dedicarnos a ella de todo corazón. Desde sus inicios, el movimiento metodista abrazó la importancia y el poder de los grupos pequeños donde las personas se instaban amorosamente unas a otras a someterse a Jesús en el poder del Espíritu Santo.
Tercero, Dios nos llama ala multiplicación. Estamos singularmente enfocados en la propagación del reino de Dios. Estamos genuinamente interesados en aquellos que no tienen una relación vivificante con Jesús descubriendo su gran amor por ellos. Alimentado por el amor y el perdón de Jesús, cada discípulo debe hacer discípulos de otros. Este no es el trabajo de algunos. Es el llamado de cada discípulo de Jesús. Dios se especializa en la multiplicación. Equiparemos a los discípulos para hacer discípulos que a su vez hagan más discípulos. Plantaremos iglesias que a su vez plantarán otras nuevas que a su vez plantarán aún más. Cada uno de nosotros tiene un papel en el cumplimiento de esta prioridad misional.
Cuarto, la obra que Dios nos ha confiado esministrar a todas las personas. Estamos llamados a servir a los demás para que puedan conocer la gracia y el amor de Jesús en sus vidas. Vemos las heridas que rompen el corazón de Dios. Nuestros corazones también están rotos. Deseamos ser derramados para que otros puedan experimentar la presencia y el poder de Dios en sus vidas. Cada día debemos buscar a aquellos que están perdidos, alienados de Dios, rechazados por otros y aislados de la comunidad. Entonces debemos ofrecerles nuestro amor y el amor de Dios al compartir con ellos el diseño de Dios para una vida que florece. Tenemos un ministerio de reconciliación. Con toda humildad, nos unimos a Dios en su obra de redención y restauración.
Por último, estamos colaborandocon asociaciones mundiales. Somos una iglesia global que reconoce y despliega los dones y contribuciones de cada parte de la iglesia, trabajando como socios en el Evangelio con igual voz y liderazgo. Estamos conectando intencionalmente iglesias de diferentes regiones del mundo que desarrollan relaciones mutuamente gratificantes para compartir el Evangelio y hacer crecer el reino de Dios a nivel mundial. Nuestro enfoque de las asociaciones mundiales es personal, no institucional. Anhelamos ver a cada iglesia íntimamente conectada con al menos otra iglesia en otras partes del mundo para que desarrollemos relaciones personales profundas, aprendamos de ser seguidores de Cristo en diferentes culturas y compartamos los ministerios de los demás, apoyándonos unos a otros en oración y combinando los dones que Dios nos ha confiado mientras vemos a Dios usar a la gente común para hacer su extraordinaria obra.
Estas cinco prioridades misionales definen a la Iglesia Metodista Global. No existimos para ser una institución. Existimos para ser el cuerpo de Cristo derramado así como Jesús sacrificialmente dio de sí mismo para que pudiéramos tener vida en toda su plenitud.
Oremos unos por otros y estimulémonos unos a otros a vidas más fieles gastadas solo por la causa de Jesús.