La Pre-Asamblea Juvenil de la Federación Luterana Mundial (FLM) comenzó hoy con un culto eucarístico festivo en la parroquia Wisła Malinka de la Iglesia Evangélica de la Confesión de Augsburgo en Polonia (ECACP).
Más de 100 participantes de todas las regiones de la comunión luterana se reúnen, del 7 al 11 de septiembre, para preparar la contribución de los jóvenes a la XIII Asamblea en Cracovia la próxima semana.
El sermón sobre el tema de la asamblea, “Un cuerpo, un espíritu, una esperanza”, fue presentado por tres participantes. Reflexionando sobre “Un Cuerpo”, Kathrine Pico, de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, señaló que aunque representan a diferentes países y nacionalidades, “todavía nos completamos unos a otros debido a nuestra diversidad”. Ella recordó a los jóvenes que “son igualmente dignos y juegan un papel importante en el cuerpo de Cristo y su iglesia”.
Sobre la unidad en “Un Espíritu”, el reverendo Kagiso Harry Morudu, de la Iglesia Evangélica Luterana en África del Sur, comparó las distintas prioridades y contextos de todas las regiones de la FLM con diferentes secciones de una orquesta, “cada una desempeñando su papel en la creación de una hermosa melodía”. No se trata de ser lo mismo, dijo, sino de la “voluntad de desempeñar nuestro papel, guiados por el Espíritu”.
Veronica Pålsson, de la Iglesia de Suecia, alentó a sus compañeros jóvenes a “atreverse a creer en el futuro y atreverse a esperar”. En medio de varios desafíos globales, incluida la polarización, las guerras, el aumento de la pobreza y la desigualdad, y la represión de los derechos humanos, los jóvenes están llamados a ser un pueblo “que encarna y difunde la esperanza tanto en palabras como en acciones”.
El servicio concluyó con la Sagrada Comunión, copresidida por el Reverendo Pålsson y la Reverenda Sally Azar, Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa, con otros jóvenes ayudando con la distribución.
Anne Burghardt se dirigió a los participantes en una de las sesiones de la tarde. Agradeció a los jóvenes por su contribución, incluido el liderazgo de pequeños proyectos que tienen un impacto significativo en la iglesia y la comunidad. Los alentó a aprovechar oportunidades como el programa Mensajeros de la Paz y la defensa de la justicia climática “para reflexionar junto con jóvenes de otras partes del mundo sobre cómo renovar su iglesia”.
Las sesiones continuaron con el trabajo en grupo sobre comunicación intercultural, y presentaciones y discusiones sobre las prioridades identificadas por los jóvenes de sus respectivas regiones. Estos temas contribuirán a desarrollar el Mensaje de la Pre-Asamblea de la Juventud que se presentará a la Decimotercera Asamblea la próxima semana.