Antes de la Conferencia de Lambeth que comienza en Canterbury la próxima semana, el Arzobispo Justin Welby ha escrito este mensaje a los obispos mientras leen y oran sobre los Llamados de Lambeth que se discutirán durante la conferencia.
Queridos hermanos y hermanas,
Tengo muchas ganas de estar con ustedes en Canterbury la próxima semana. Al emprender sus viajes por todo el mundo, doy gracias a Dios por esta oportunidad de estar juntos en oración, estudio y conversación.
La Conferencia de Lambeth de este año se centrará en las principales crisis mundiales de nuestro tiempo, su impacto en los más vulnerables y nuestro imperativo evangélico de servir a un mundo necesitado. Esta es una oportunidad histórica para escuchar unos de otros sobre las oportunidades y los desafíos que enfrentamos al compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo en nuestros diversos contextos alrededor del mundo, y para orar y afirmarnos unos a otros en esos ministerios.
Sé que muchos de ustedes están leyendo y orando por el borrador de Lambeth Calls que se publicó esta semana y, naturalmente, son el tema de debate antes de la conferencia. De hecho, estos Llamados han surgido de un proceso de discusión y encuentro entre ellos. Están informados por las ideas y los temas de las conversaciones de video en línea entre obispos de todo el mundo durante el año pasado. Han sido redactados por un grupo diverso de anglicanos: hombres y mujeres, laicos y ordenados, de diferentes generaciones y de todas partes de la Comunión. Son una parte de un proceso que comenzó antes de esta parte de la Conferencia y continuará mucho después de que termine formalmente, ya que cada Provincia discierne su propia respuesta a los Llamados en sus propios contextos.
Mientras preparan sus corazones y mentes para esta reunión, oro para que todos reflexionemos sobre el borrador del Llamado sobre la identidad anglicana, que establece que los anglicanos “pertenecen a una tradición que busca la fidelidad a Dios en culturas ricamente diversas, experiencias humanas distintas y profundas desacuerdos.” Ese llamado también dice: “La Comunión Anglicana es un regalo de Dios. Gobernados por las Escrituras, afirmando los credos antiguos, centrados en los sacramentos y dirigidos episcopalmente, los anglicanos buscan ser fieles a Dios en sus acuerdos y en sus desacuerdos”.
Sin ignorar aquellas cosas en las que estamos profundamente en desacuerdo, oro para que nos acerquemos a esta reunión con un sentido aún más profundo de lo que nos une: el amor de Jesucristo y su llamado a servir al mundo de Dios.
Tenga la seguridad de mis continuas oraciones por todos ustedes, ahora y en las próximas semanas.
Suyo como siempre en la paz de Cristo,
