La Federación Luterana Mundial (FLM) ha establecido un Fondo de Solidaridad de la Comunión para asegurar recursos fácilmente disponibles para las iglesias durante emergencias impredecibles.
Todas las iglesias miembros de la FLM han sido invitadas a contribuir al fondo como una expresión continua de su compromiso mutuo como iglesias en comunión. Iniciar esta iniciativa es parte de las actividades que marcan el 75 aniversario de la FLM en 2022.
El fondo “tiene como objetivo permitir que la comunión se mantenga unida como iglesias, expresando así la mutualidad de comunión y la solidaridad como un importante marcador de identidad de la FLM”, dijo la secretaria general de la FLM, la reverenda Anne Burghardt.
“Todos estamos invitados a enriquecernos mutuamente con sus dones, expresar relaciones y compromiso mutuo con cualquier contribución pequeña o grande que cada iglesia pueda dar”, alentó Burghardt a las iglesias. Se sugiere una horquilla de 100 a 10.000 euros.
Te invitamos a contribuir de acuerdo a tu capacidad
– Secretaria General de la FLM, Rev. Anne Burghardt
Varias iglesias ya han prometido contribuciones. La importancia de dicho fondo quedó claramente demostrada por la expresión de solidaridad de la comunión luterana durante el impacto inmediato y prolongado de la pandemia de COVID-19 a través del Fondo de Respuesta Rápida (FRR).
Cuando muchas congregaciones, familias y comunidades enteras, especialmente en países de bajos ingresos, recurrieron a las iglesias para proporcionar alimentos de emergencia, atención pastoral y otras necesidades, el FRR otorgó subvenciones a corto plazo de hasta 10.000 euros. Entre abril de 2020, cuando se creó el fondo, y principios de diciembre de 2022, se desembolsaron más de 1,3 millones de euros a 90 iglesias miembros de la FLM, lo que dio lugar a 199 proyectos implementados en 57 países de todo el mundo.
El FRR COVID-19 resultó ser un importante instrumento de solidaridad en un momento difícil, señaló Burghardt. En los próximos años, el Fondo de Solidaridad de la Comunión aprovechará esta fortaleza para abordar las muchas otras necesidades urgentes que requieren una respuesta rápida y a corto plazo debido a acontecimientos imprevistos como conflictos, desastres naturales, problemas de salud pública u otras emergencias que afectan a las iglesias miembros y sus comunidades en general.