Según relató a Puertas Abiertas, Ariful, un niño de 8 años, fue objeto de persecución en Bangladesh debido a su creencia en Jesús, ya que toda su familia se convirtió a Cristo a pesar de los maltratos que constantemente reciben los creyentes en comunidades donde el islam predomina como creencia.
Ariful, quien proviene de una comunidad musulmana muy conservadora que no aprueba el cambio de religión de su familia al cristianismo, ha sido objeto de agresiones por parte de vecinos musulmanes extremistas.
Jahangir, el padre de Ariful, también padeció persecución por su fe en Jesús, y experimentó obstáculos al buscar empleo en la localidad.
La familia entera, incluyendo él, había abandonado el Islam y abrazado el cristianismo, lo cual era conocido por la gente. A raíz de esta decisión, sufrían constantemente ataques y persecuciones en todas sus formas.
El padre del niño, teniendo en cuenta la seguridad de todos, decidió trasladarse junto a su familia desde el pueblo hasta Dhaka, la capital de Bangladesh.
Sin embargo, no transcurrió mucho tiempo antes de que la persecución se reiniciara. A diario, la familia era objeto de burlas e insultos.
Fue hasta finales de mayo cuando los vecinos irrumpieron en la casa y arrojaron agua caliente sobre la cabeza de Ariful, quien se encontraba solo mientras sus padres estaban trabajando.
Mientras los agresores huyeron, varios residentes del vecindario brindaron ayuda al niño, quien tuvo que ser ingresado en el hospital durante una década y recibió tratamiento intensivo debido a las quemaduras sufridas en la cabeza, el rostro, el pecho y la espalda.
Después de conocer el incidente, Jahangir y su esposa reportaron el ataque a las autoridades policiales, sin embargo, los agresores lograron evadir la captura y actualmente no se ha realizado ningún interrogatorio a personas sospechosas.
A pesar de esto, Jahangir continúa trabajando arduamente para mantener a su familia y costear los gastos médicos necesarios para la recuperación de Ariful.
La organización solicita que se rece por el menor y la difícil situación de persecución que está experimentando su familia.
Según la Lista Mundial de Persecución de 2023, Bangladesh se encuentra en el trigésimo lugar, donde los cristianos se ven limitados, discriminados y atacados de manera violenta.
