Anne Burghardt se unió al Papa Francisco, al arzobispo de Canterbury Justin Welby, al patriarca ecuménico Bartolomé, junto con una gran cantidad de otros líderes cristianos y jóvenes para una vigilia de oración el 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro en Roma.
El evento, organizado por la comunidad de Taizé, junto con el Vaticano y un comité de líderes juveniles ecuménicos, se celebró antes de un Sínodo de obispos católicos romanos de todo el mundo, que se reunirán del 4 al 29 de octubre para discutir la reforma de la Iglesia. El proceso del Sínodo, que comenzó en 2021 y continuará hasta 2024, es visto como un sello distintivo del pontificado del Papa Francisco.
Al comentar sobre el proceso, Burghardt dijo: “Aprecio profundamente la intención de escuchar diferentes voces en la iglesia e incluir más voces de laicos, de mujeres, de grupos marginados. También aprecio mucho la apertura ecuménica de todo el proceso. Este Sínodo realmente tiene como objetivo hacer que la voz de los cristianos comunes sea audible hoy”.
Durante la vigilia, que contó con canciones de adoración de Taizé y oraciones en muchos idiomas diferentes, Burghardt leyó las palabras de Efesios que estaban en el corazón de la reciente XIII Asamblea de la FLM en Cracovia, Polonia: “Hay un Cuerpo, un Espíritu, así como todos ustedes fueron llamados a una y la misma esperanza cuando fueron llamados”.
Cuando el sol se puso detrás de la Basílica de San Pedro, los líderes religiosos recibieron semillas de las manos de los jóvenes, para simbolizar la necesidad de que todas las iglesias planten y alimenten semillas de reconciliación y unidad entre los cristianos. El Papa Francisco agradeció a los participantes por unirse a este momento de oración y meditación silenciosa, diciendo: “Caminemos juntos [….] para que el mundo crea”.
Savanna Sullivan, Ejecutiva del Programa para la Juventud de la FLM, quien acompañó a un grupo de jóvenes de diferentes iglesias luteranas, destacó la importancia de alentar a una nueva generación de ecumenistas a traer “ideas audaces y creativas a la búsqueda de la unidad dentro del mundo cristiano”.
La Secretaria General Anne Burghardt con la delegación juvenil de la FLM caminando hacia la Plaza de San Pedro. Foto: CatholicPressPhoto/Alessia Giuliani
La Secretaria General Anne Burghardt con la delegación juvenil de la FLM caminando hacia la Plaza de San Pedro. Foto: CatholicPressPhoto/Alessia Giuliani
Miles de jóvenes de diferentes iglesias cristianas se unieron a los líderes religiosos para orar por la paz, la justicia, la reconciliación y la unidad. La delegación de jóvenes de la FLM incluyó representantes de iglesias de Noruega, Sudáfrica, Argentina y Brasil. Fueron recibidos por familias de parroquias católicas locales en Roma y participaron en un día de talleres centrados en temas de diálogo y acción práctica para fortalecer las relaciones ecuménicas e interreligiosas.
Sofie Hopshaug-Bakke es una líder juvenil en la diócesis de Nidaros de la Iglesia de Noruega, donde trabaja para establecer conexiones con personas de diferentes religiones y culturas, incluidos los indígenas sami y los miembros de la creciente población musulmana. Pretty Mgube de la Iglesia Evangélica Luterana en el sur de África también es una líder juvenil en su parroquia en Pietermaritzburg y espera que esta experiencia en Roma la ayude a “crecer como persona y como cristiana, entendiendo mejor mi identidad luterana”.
Cecilia López de Argentina actualmente está ayudando a dirigir un programa de voluntariado con la organización Evangelisches Missionswerk en Alemania. En su ciudad natal de Buenos Aires, ha trabajado estrechamente con cristianos de diferentes iglesias y orígenes: “El ecumenismo es parte de mí”, dice. Bianca Berger e Isabela Müller de la Iglesia Evangélica de la Confesión Luterana en Brasil también son voluntarias en Alemania y esperan recuperar sus experiencias de ecumenismo en Europa para compartirlas con los jóvenes cuando regresen a su iglesia de origen.
