La Iglesia anglicana de Melanesia moviliza el Centro de operaciones de emergencia como respuesta al Ciclón Harold

La diócesis de Vanuatu y Nueva Caledonia en la Iglesia anglicana de Melanesia ya ha activado su Centro de operaciones de emergencia en respuesta al ciclón Harold, que ha causado una grave devastación en las Islas Salomón, Vanuatu, Fiyi y Tonga.

James Tama, obispo de la diócesis de Vanuatu Central y Nueva Caledonia, anunció en su mensaje del Viernes Santo que el Centro de operaciones de emergencia se había movilizado para responder a las crecientes necesidades de feligreses individuales, parroquias y comunidades.

Solo en Vanuatu, casi 160.000 personas necesitan asistencia. La tierra ha perdido cultivos y viviendas dejando a miles de personas con necesidad de refugio, agua y alimentos. La Cruz Roja ha descrito la situación como “catastrófica.”

El ciclón de categoría 5 ha llegado en un momento en que muchos países de las islas del Pacífico se encuentran en estricto confinamiento debido al Covid-19. La mayoría de los países de las Islas del Pacífico han sido elogiados por su pronta respuesta a la pandemia y muchos de ellos continúan sin casos de contagio hasta el momento.

Se teme que los esfuerzos de Vanuatu por seguir aislando el Covid-19 retrasarán los esfuerzos internacionales habituales para ofrecer ayuda. Las rutas de suministro están dañadas y muchas personas tendrán que mudarse a centros de evacuación donde será casi imposible practicar el distanciamiento social. El país ha sostenido que no permitirá la entrada de extranjeros por temor a que se pueda introducir el virus y que toda la ayuda humanitaria deberá someterse a estrictos protocolos de salud antes de ser descargada. Sin embargo, las Naciones Unidas ya han puesto a disposición 2,5 millones de dólares (aproximadamente 2 millones de libras esterlinas) de su fondo humanitario para emergencias para auxiliar a Vanuatu.

El obispo Tama afirmó que la diócesis ya tenía grupos de trabajo que comenzaron a limpiar los escombros en cada parroquia y que el clero se está desplegando como parte del equipo médico de emergencia del grupo de salud para proporcionar conciencia sobre el Covid-19 y aliento espiritual a las comunidades afectadas y a las personas que viven con discapacidades.

El obispo Tama dijo: “Hago un llamado a todos los miembros de la Iglesia y la Comunidad anglicana en general para que nos ayuden en este momento de gran necesidad, para que podamos reconstruir nuestras comunidades y reanudar la misión de la iglesia.” También añadió que estaba en contacto con el consejo de Iglesias de Vanuatu para asegurarse de que estén trabajando de manera conjunta para responder al desastre. 

La Alianza anglicana se está conectando con agencias e iglesias en la región para apoyarlas de cualquier manera posible. 

El obispo Tama terminó su mensaje del Viernes Santo diciendo: “Los árboles y jardines pueden ser destruidos, pero nuestro espíritu permanece intacto. Nuestros hogares y familias pueden estar en dificultades, pero nuestra fe y nuestra Iglesia siguen en pie.”

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