La Federación Luterana Mundial (FLM) ha emitido un llamado abierto a sus iglesias miembros para que presenten propuestas para nuevos proyectos a largo plazo a partir de 2025.
Juntos, “podemos llevar esperanza a tantas situaciones y necesidades diferentes. Los proyectos de las iglesias miembros de la FLM son una forma de cómo esto puede suceder en la vida cotidiana de las iglesias miembros y las comunidades a las que sirven”, escribió el reverendo Dr. Sivin Kit, director del Departamento de Teología, Misión y Justicia de la FLM, en su carta invitando a las iglesias a presentar propuestas.
Podemos llevar esperanza a tantas situaciones y necesidades diferentes.
Dr. Sivin Kit, director, Departamento de Teología, Misión y Justicia
La fecha límite es el 8 de enero de 2024. Todas las solicitudes deben presentarse a través de un portal en línea accesible a todas las iglesias miembros. Los resultados del proceso de selección serán anunciados por el Comité para Proyectos de las Iglesias Miembros en mayo de 2024.
Criterios para los proyectos
El compromiso de la FLM con sus iglesias miembros incluye el apoyo a proyectos plurianuales diseñados por iglesias para abordar necesidades apremiantes en sus congregaciones y en las comunidades en general. Las propuestas deben mostrar cómo el proyecto profundizará la misión de proclamación, diaconía y defensa de la iglesia miembro, y fortalecerá el testimonio de la iglesia.
Los proyectos a largo plazo deben ser nuevas iniciativas que duren un máximo de tres años a partir de 2025. Los titulares de proyectos que actualmente se encuentran en su primer ciclo, que finaliza en 2024, pueden solicitar una extensión de tres años. Los proyectos en curso no se renuevan automáticamente, y los titulares de proyectos deben solicitar un nuevo ciclo de financiación.
En 2022, los 60 proyectos de iglesias miembros apoyados por la FLM incluyeron una cooperativa de mujeres indígenas para mejorar la producción agrícola en Guatemala; actividades en línea y campamentos de verano en Hong Kong para empoderar a los jóvenes para el liderazgo; y la sensibilización en Rumania para reducir la vulnerabilidad a la trata y la explotación de personas.
