El pasado domingo un grupo de judíos ortodoxos protestó en contra de los cristianos que estaban en el Muro de los Lamentos, porque son considerados como “terrorismo cristiano”.
Dicho grupo conformado por más de 12 personas incluidos líderes religiosos, inició la protesta porque los cristianos quieren establecer grupos de adoración “en todas partes”, además de ser acusados de ser misioneros internacionales.
Todo sucedió durante el evento «Pentecostés 2023: un día mundial de oración por Jerusalén y las naciones» en el Centro Davidson, cerca del Kotel, en donde los judíos ortodoxos gritaban “misioneros váyanse a casa”.
Por su parte, el grupo Pentecostés se definen como «una coalición de creyentes en Israel y las naciones, denominaciones, misiones y organizaciones de oración, que está llamando a los creyentes en todas partes a reservar una hora para orar por Jerusalén y el pueblo judío y por el Evangelio para vayan a los confines de la tierra y comunidades de discípulos adoradores para ser levantados por todas partes”.
Tal evento realizado por la coalición fue denominado como “marcará el comienzo de una década de oración, evangelismo y discipulado, lanzando un viaje de diez años de colaboración global entre creyentes en Israel y las naciones, iglesias de todas las denominaciones, organizaciones misioneras y ministerios, respondiendo a la Comisión de Jesús para ver que todos tengan la oportunidad de escuchar las Buenas Nuevas del Reino, escuchar y entender la Biblia en su propio idioma, y estar conectados a una reunión de creyentes en un contexto de discipulado para 2033”.
Fue precisamente estas definiciones de sí mismos lo que hizo que los judíos comenzaran a protestar contra los cristianos, incluyendo a rabinos israelíes de alto rango que incluso firmaron una petición en contra del grupo.
Dov Lior de Kiryat Arba e Israel Ariel de la Ciudad Vieja de Jerusalén, conocidos por establecer el Instituto del Templo, junto a otros rabinos destacados, fueron los primeros firmantes del documento.
Asimismo, el rabino Zvi Thau, jefe de Har Hamor Yeshiva y uno de los principales rabinos de las comunidades sionistas ultraortodoxas, se unió a la manifestación, quienes además acusaron de misioneros a los cristianos.
“Desde el principio con la creencia de que la salvación debe llegar primero al judío” además de la convocatoria de una Jornada Mundial de Oración “por Jerusalén y por el pueblo judío en todo el mundo, con el deseo de salvación no sólo de Israel, sino de todo el mundo”, fueron varias de las frases que destacaron los denunciantes.
Para el vicealcalde de Jerusalén, Aryeh King, los cristianos son casi tan peligrosos como los islámicos, a tal punto de ser comparados con terroristas.
“El terrorismo misionero es tan peligroso como el terrorismo islámico. Al menos tres de los participantes en la manifestación de hoy que son israelíes que se han convertido al cristianismo», dijo King.
“Estas organizaciones son organizaciones misioneras cristianas de Israel y del extranjero que no han ocultado sus intenciones», dijo a Jerusalén Post.
Como ciudadanos de Jerusalén, las autoridades reclamaron el que los cristianos hagan eventos de ese tipo en lugares que “son para el judaísmo”, y reclamó que deberían ser realizados a puerta cerrada como otros en ocasiones pasadas.
“… No en lugares sagrados religiosos en línea con la herencia judía”, expresó el teniente del alcalde.
“¿Crees que habrían permitido que los judíos celebraran un servicio de oración en la entrada del Vaticano? ¿O en La Meca? Esto es una provocación”, reclamó King.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel se manifestó en contra de los ataques que sufrieron los cristianos y expresó que el país es un lugar pleno para la libertad religiosa.
“Condenamos cualquier violación de la libertad de religión y culto en Jerusalén y cualquier violencia contra las autoridades religiosas en la ciudad. El Estado de Israel considera libertad de religión y culto en Jerusalén que es sagrada para judíos, cristianos y musulmanes, un valor central para el tejido de la vida en la ciudad», dijo el domingo por la noche.
“Condenamos la manifestación de hoy contra nuestros amigos cristianos sionistas que vienen a apoyar a nuestro país y nuestra capital eterna, Jerusalén», dijo la vicealcaldesa de Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum.
Asimismo, la Liga Antidifamación (ADL) dijo sobre el incidente que «la innegable conexión judía con la ciudad santa nunca debe justificar la exclusión de otros de practicar sus propias creencias y expresar su herencia».