Unos 15 cristianos fueron agredidos por hindúes radicales fundamentalistas de derecha mientras celebraban una reunión de oración.
Las agencias que monitorean este tipo de ataques afirman que cada vez llegan más casos como estos, dónde los ataques se vuelven más graves.
El más reciente fue en Sukma, Chhattisgarh, en dónde unos 15 cristianos fueron atacados el pasado 21 de octubre mientras oraban en una reunión.
Las fuentes locales aseguran que una turba invadió una casa privada en dónde los cristianos estaban reunidos para orar a las 9 de la noche; allí quienes invadieron el lugar atacaron físicamente a los cristianos exigiéndoles que abandonaran su religión.
Los afectados dijeron que un policía fuera de servicio también los atacó y que cuando intentaron colocar la denuncia, no pudieron debido a que la policía no le dió importancia al caso.
Afortunadamente, sufrieron heridas leves.
La zona en la que ocurrió el ataque está fuertemente controlada por insurgentes naxalitas, lo que les ha impedido comunicarse con la policía debido a que hay una orden de que los oficiales están fuera de servicio después de las 6 de la tarde.
Las víctimas, al ver que no tienen la ayuda de las autoridades, se reunieron con el Foro Cristiano de Chhattisgarh (CGCF) esa misma noche del ataque, y éstos a su vez se pusieron en contacto con el Superintendente de Policía del Distrito de Sukma (SP).
La SP ordenó a las víctimas que acudieran a la comisaría a la mañana siguiente y aseguró que la policía actuaría; ellos asistieron fueron al día siguiente a presentar la denuncia pero quienes los recibieron los maltrataron verbalmente e insultaron su creencia.
Asimismo, dicen que la SHO se negó a aceptar las denuncias y no presentó el caso médico-legal necesario que permitiría una investigación sobre las lesiones causadas a los creyentes.
Solo dos días después, ellos regresaron para presentar la denuncia de nuevo, pero por orden de la SHO, dos policías conocidos por CSW como Major y Kitto maltrataron a las víctimas.
Kitto, que habría estado entre la multitud que había estado en el ataque inicial, todavía golpeó a quienes demandaban el caso; entre los afectados estaban mujeres.
Hasta el día de hoy, la denuncia no ha sido registrada, incluso después de que el asunto fuera informado al Director General de Policía, al Inspector General y al Superintendente de Policía, ya que la SHO tenía órdenes de no registrar incidentes contra cristianos en ese distrito.