Con la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI, ofrezco oraciones sinceras por Su Santidad el Papa Francisco y todos los miembros de la Iglesia Católica Romana en todo el mundo. Como seguidores de Jesús, sabemos que la muerte no tiene la última palabra. En 1 Tesalonicenses 4:13, el apóstol Pablo recordó a la primera generación de cristianos que no necesitan afligirse como aquellos que no tienen esperanza.
El ex pontífice, un renombrado teólogo, se hizo eco de Pablo cuando dijo que “quien tiene esperanza vive de manera diferente”. El fallecimiento de Benedicto XVI ocurre al final de un año que para muchos continuó plagado de grandes dificultades e incertidumbres, tanto personales como globales. En medio de tales luchas, que podamos vivir de manera diferente, con esperanza, y seguir el Camino del Amor.
Y que Benedicto, y todos los que han muerto, descansen en paz.
Michael B. Curry
Obispo Presidente y Primado
de la Iglesia Episcopal