Recientemente el Comité de Derechos Humanos ha expresado su gran preocupación en cuanto a la represión en contra de los cristianos de Corea del Norte, quienes son gravemente castigados por creer en Jesucristo.
El informe que recibieron detalla que ahora los cristianos son presionados y hasta torturados para que entreguen a otros hermanos en la fe ante las autoridades, todo bajo el régimen del país que no acepta creencias occidentales sino que promueve la adoración de sus líderes políticos como únicas figuras que merecen la devoción de sus habitantes.
“Existe evidencia suficiente para concluir que se han cometido y continúan cometiéndose crímenes de lesa humanidad a gran escala”, dijo el Comité tras la lectura del informe.
Dicho escrito afirma, según la información provista por Open Doors, la cantidad de prisiones disponibles dentro de Corea del Norte, las cuales se utiliza para suprimir a los creyentes y asegurar el imperio que ha establecido la dinastía Kim dentro del país.
“Desde 2021, las leyes antirrevolucionarias han aumentado el número de cristianos arrestados y las iglesias domésticas cerradas, manteniendo la presión sobre los cristianos”, destaca el informe.
Desde hace muchos años se sabe que la represión de la fe cristiana en el país asiático ha ido en aumento, dando los peores castigos a los creyentes.
“Un preso en el Centro de Detención de Jip-kyul-so en el norte del país [quien] informó que casi el 60% de los compañeros que estaban detenidos con él eran refugiados cristianos que se escondían en China buscando libertad religiosa, pero fueron encontrados en cultos, deportados y presos”, destacó el documento.
“Sistemáticamente se encarcela a las personas sin juicio, es decir, sin posibilidad de defensa y se las somete intencionadamente a sufrimientos físicos y psíquicos, además de la privación de los derechos básicos en prisión”, denunció.
Las injusticias que a diario viven los cristianos comprenden en tratos degradantes por su fe, hasta largos periodos de prisión, a veces unos más largos que otros.
«Aquellos que se identifican como cristianos son interrogados durante más tiempo y, a menudo, bajo tortura», aseguró el informe.
Desde 2014, las penurias que los creyentes de Corea del Norte viven fueron denunciadas por las Naciones Unidas en cuanto a la violación de los derechos humanos.
“El Estado considera una grave amenaza el auge del cristianismo en el país, ya que los cristianos no rinden culto a las autoridades y también por el trabajo de organizaciones sociales y políticas cristianas que no siguen la ideología del gobierno”, decía el informe emitido en ese entonces.
Sigamos orando por nuestros hermanos y que sea la justicia de Dios estableciéndose en el país.
