Una oportunidad para todos los niños refugiados en Kenia.

La igualdad de oportunidades para los niños con discapacidad es una prioridad para el equipo de educación de la FLM en Kenia. Trabajan con la comunidad en los campamentos de refugiados para garantizar que los niños con discapacidades puedan asistir a la escuela.

“Objetivo clave” de la labor educativa

Mohamed (9) nació sin brazos. Está refugiado en Hagadera, en el campo de refugiados de Dadaab. Su madre murió cuando él aún era muy joven, y un vecino se convirtió en su tutor. Había pocas esperanzas de que alguna vez pudiera asistir a una escuela y aprender hasta que la FLM en Kenia lo inscribió en la Escuela Primaria Bidii, donde aprendió a escribir con los pies.

Mohamed es uno de los muchos niños refugiados en Kenia que viven con una discapacidad. La FLM está a cargo de la educación en los dos grandes campos de refugiados de Kenia, Kakuma y Dadaab, y proporciona educación a 100.000 niños en el país.

“Proporcionar educación inclusiva a todos los niños ha sido un objetivo clave de nuestro trabajo educativo”, dice Miina Puntila, Coordinadora Regional del Programa de la FLM para África Oriental. “La FLM involucra a los padres y tutores legales, a la dirección de la escuela y a los propios estudiantes en la búsqueda de soluciones a los desafíos que estos niños enfrentan a diario”.

Sensibilizar a la comunidad

El mayor obstáculo sigue siendo la percepción pública. Muchas familias no creen que los niños con una discapacidad puedan tener éxito en la escuela y algún día poder vivir por su cuenta. Gran parte del trabajo de la FLM consiste en sensibilizar a la comunidad sobre el potencial de los niños y cómo apoyarlos para que lo realicen. La FLM capacita a los maestros y proporciona transporte y uniformes escolares. Invitan a los padres a grupos de pares, donde pueden compartir sobre cómo lidiar con situaciones cotidianas.

La discapacidad no es incapacidad.

Sr. ABDIRIZAK, profesor de la FLM, campamento de refugiados de Hagadera

Hace unos años, la FLM integró con éxito a los estudiantes ciegos en las escuelas locales y comenzó clases especiales para niños con discapacidades cognitivas en el campo de refugiados de Kakuma. Ahora, el equipo tiene como objetivo una educación inclusiva en todas sus escuelas.

“La discapacidad no es incapacidad”, dice el profesor de Mohamed, el Sr. Abdirizak. “Mohamed tiene un fuerte sentido de autoestima. Todavía puede lograr todos sus sueños y esperanzas”.

Promoción exitosa

Los derechos de estudiantes como Mohamed también fueron un tema en la 73ª Sesión Ordinaria de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, celebrada en Banjul, Gambia, hace aproximadamente un año. La FLM presentó una declaración en la que pedía a los gobiernos de la región que proporcionaran una educación inclusiva a los niños refugiados.

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