¿Qué es lo que hace que el Viernes Santo sea bueno, en un día en que recordamos la imagen más oscura de crueldad y sufrimiento despreciables? Esa es la pregunta planteada por el reverendo Dr. Yonas Yigezu Dibisa, presidente de la Iglesia Evangélica Etíope Mekane Yesus, en su mensaje a la familia mundial de iglesias luteranas.
Reflexionando sobre el relato de la crucifixión, donde se nos dice que Jesús no bebería el vino mezclado con hiel, Dibisa señala que: “Si Jesús hubiera permitido que el entumecimiento surtiera efecto, no habría podido anunciar el cumplimiento del plan eterno de Dios para la salvación del mundo”.
En su mensaje del Viernes Santo, el líder de la iglesia etíope continúa hablando de la esperanza que proviene del sufrimiento de Jesús en la Cruz por los pecados del mundo. La iglesia, dice, “está llamada a la misión de Dios de compartir las buenas nuevas de esperanza en medio del sufrimiento. Al igual que Jesús, una iglesia sufriente ofrece esperanza anticipando la transformación: del pecado a la justicia, de la injusticia a la justicia, de la crueldad a la bondad, del odio al amor, de la animosidad a la comunión, de la discordia a la armonía y de la violencia a la estabilidad y la paz.
La iglesia no vive para sí misma, sino para el mundo.
Dr. Yonas Yigezu Dibisa, Presidente de la Iglesia Evangélica Etíope Mekane Yesus
El sacrificio de Cristo de sí mismo en la Cruz, continúa Dibisa, “llama a la iglesia a evitar volverse hacia adentro y, en cambio, sacrificarse por el bien de los demás”. De hecho, dice, la iglesia “no vive para sí misma, sino para el mundo”.
Así como los adversarios de Jesús le ofrecieron vino “corrompido” con la hiel de sabor amargo, señala Dibisa, “así el quebrantamiento de la humanidad sigue corrompiendo los buenos dones de Dios, negando a muchos el derecho a disfrutar del sabor agradable”.
Ya que Cristo ha ganado toda la victoria para nosotros, concluye, “enfrentemos los desafíos que vienen en esperanza y oraciones”, poniendo “nuestra esperanza en él” y respondiendo a nuestro “llamado a vivir también para los demás”.