El sistema de salud en Gaza ha sido destruido, dice el Dr. Fadi Atrash, director ejecutivo del Hospital Augusta-Victoria de la Federación Luterana Mundial (FLM) en Jerusalén Este. Durante una visita a Ginebra, se reunió con el personal humanitario de varias misiones en Ginebra para informarles sobre la situación de la atención de la salud en Palestina y abogar por un alto el fuego para permitir la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
Desde el inicio de la guerra israelí contra Gaza, tras el ataque de Hamás, han muerto 30.000 palestinos, alrededor del 70 por ciento mujeres y niños. Más de 60.000 personas han resultado heridas. El estado de la atención médica “en Gaza está más allá de la imaginación o la descripción”, dice Atrash. “No hay atención médica en Gaza. Los hospitales solo pueden administrar suturas, vendajes y medicamentos orales. Hueles la muerte por todas partes”.
Los hospitales solo pueden administrar suturas, vendajes y medicamentos orales. Hueles a muerte por todas partes.
– Dr. Fadi Atrash, director ejecutivo del Hospital Augusta-Victoria
8.000 pacientes con cáncer que no pueden buscar tratamiento
El Dr. Atrash está en contacto regular con los hospitales de Gaza, especialmente con el Hospital Anglicano Al Ahli en la ciudad de Gaza, con el que AVH coopera para el diagnóstico temprano del cáncer. El hospital anglicano de Al Ahli ha sufrido graves daños durante la guerra. Un miembro del personal de la FLM ha sido asesinado. El personal que se quedó “come una comida, siete cucharadas de arroz al día”, informa Atrash.
Las personas heridas por el conflicto armado no pueden ser tratadas adecuadamente, dice. Muchos han muerto a causa de heridas simples; otros han perdido extremidades. Los analgésicos no están disponibles. Muchas personas tendrán discapacidades después de este conflicto. Existe un alto riesgo de infecciones y epidemias, dice Atrash. “Vemos un aumento en las enfermedades de la piel, como la sarna, que no solo afecta físicamente a las personas, sino que las humilla”.
Como parte de la Red de Hospitales de Jerusalén Este, AVH brinda atención especializada en cáncer y hemodiálisis. Muchos de sus pacientes desde el comienzo de la guerra no han podido acceder a un tratamiento que les salve la vida, dice Atrash. “No solo nos preocupamos por las personas heridas en esta guerra, sino también por las personas que ya están gravemente enfermas. 8000 pacientes con cáncer no pueden recibir tratamiento ahora. 700 personas habrían sido diagnosticadas con cáncer durante estos cuatro meses, pero no tuvieron acceso a ningún tipo de atención médica”, dice. Los recortes de fondos a la Autoridad Palestina y a la principal organización de la ONU que apoya los servicios sociales en Palestina, la Organización de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y el Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), ponen en peligro todo el sistema de salud palestino.
Un llamado a la acción
En sus conversaciones, el Dr. Atrash abogó por el fin de la guerra en Gaza, o al menos por un alto el fuego humanitario, para que las organizaciones de ayuda puedan proporcionar ayuda a la población civil atrapada allí.
También hace un llamamiento a la comunidad internacional para que comience a planificar la reconstrucción. El Dr. Atrash dijo que las organizaciones palestinas con experiencia en el trabajo en Gaza deberían ser parte de cualquier solución de posguerra para abordar esta crisis, debido a sus conocimientos y experiencia.
Por último, pero no por ello menos importante, al tiempo que reconoce el gran número de vidas civiles en esta guerra, pide a la comunidad internacional que ejerza más presión sobre Israel, que proteja a los civiles y que respete el derecho internacional. “La humanidad está en riesgo”, advierte. “Tenemos que encontrar una solución que traiga la paz a israelíes y palestinos y les permita disfrutar de los derechos fundamentales a los que tienen derecho como seres humanos”.