Conferencias metodistas toman medidas contra violencia armada

The Rev. Andrew C. Kjorlaug, an Arkansas Conference elder and U.S. Army chaplain, presents a resolution at the Arkansas Annual Conference that calls on the state’s congressional delegation to act on “Responsible Fire-Arm legislation.” In a year that has seen multiple mass shootings, Arkansas was among a number of United Methodist conferences urging elected leaders to do more to regulate guns. Screengrab courtesy of the Arkansas Conference via YouTube by UM News.

Días después de que un hombre armado matara a 19 niños/as y dos maestras en Uvalde, Texas, los/as metodistas unidos/as en la Conferencia Anual de Arkansas tenían un mensaje para sus líderes electos/as: Hagan algo más que ofrecer pensamientos y oraciones.

“Ahora y hasta que se resuelva, la Conferencia Anual de Arkansas hizo un llamado a la Delegación del Congreso del Estado de Arkansas para que apoye y actúe sobre la legislación responsable sobre armas de fuego”, en la resolución del 3 de junio que los/as votantes de la Conferencia Anual de Arkansas aprobaron con votación 390-130.

La Conferencia Anual de Arkansas no fue el único organismo metodista unido que impulsó mayores regulaciones sobre seguridad de armas, pues al menos una docena de otras conferencias anuales en los Estados Unidos han adoptado posiciones públicas similares para abordar la violencia armada. Cada una de las conferencias anuales de la denominación consta de múltiples congregaciones y otros ministerios en un área geográfica y, como su nombre lo indica, generalmente se reúnen al menos una vez al año para adorar y discutir los asuntos de la iglesia.

Los/as votantes en las sesiones de la conferencia anual también suelen adoptar resoluciones que dan una idea de cómo esperan aplicar su fe a los desafíos actuales; la mitad de los/as votantes de la conferencia son laicos/as y la otra mitad son del clero.

Este año la mayoría de los asuntos de la iglesia manejados por las conferencias anuales han sido cualquier cosa menos temas habituales, pues  están lidiando con las crecientes tensiones en torno a la interpretación bíblica y la inclusión LGBTQ, así como con el aumento en la desafiliación de iglesias tras el lanzamiento de una denominación separatista que surgió, en parte, debido a esas tensiones. Más de una docena de conferencias anuales, incluida Arkansas, han programado sesiones especiales para considerar la salida de la iglesias.

Sin embargo y a pesar de estas luchas, las conferencias anuales en los Estados Unidos han encontrado áreas donde pueden dar un testimonio público común y varias de ellas se unieron para abordar la violencia armada. Su mensaje a sus líderes electos/as fue: Ya es suficiente.

Los votos de los/as metodistas unidos/as siguieron a una serie de terribles tiroteos masivos en los Estados Unidos este año pues dos semanas antes de la brutalidad en Uvalde, un hombre armado mató a 10 personas en una tienda de comestibles de Buffalo, Nueva York, en un tiroteo alimentado por el racismo y otro hombre armado mató a una persona e hirió a otras cinco en un ataque a una iglesia presbiteriana taiwanesa en California.

La masacre ha tocado directamente la vida del pueblo metodista unido: En Buffalo, miembros de la iglesia perdieron familiares y amigos/as cercanos/as en el ataque. En Uvalde, un equipo del Sistema de Salud Metodista de San Antonio viajó para brindar asesoramiento a la comunidad traumatizada.

El Rev. Andrew C. Kjorlaug, un anciano de la Conferencia Anual de Arkansas y capellán del ejército de los Estados Unidos estaba pensando en formas de abordar la violencia que vio en las noticias cuando decidió proponer una resolución en su conferencia anual, que luego se aceptó en solo unas horas: “En el fondo, mi resolución nos llama a defender a quienes tienen poca voz en la sociedad: los/as niños/as, los/as pobres, las minorías étnicas y otros/as. La iglesia llama a las personas a la comunidad, y esas comunidades deben estar seguras” dijo a Noticias MU por correo electrónico.

La gente de Arkansas no es ajena al horror de los tiroteos en las escuelas, por lo que al presentar su resolución, Kjorlaug recordó cuando en 1998 dos niños armados mataron a cuatro de sus compañeras de clase y a una maestra en la escuela secundaria Westside en Jonesboro, Arkansas.

La resolución que presentó Kjorlaug pidió a la delegación del Congreso de Arkansas que apoyara:

• Verificación obligatoria de antecedentes para todas las ventas de armas, incluidas las exhibiciones de armas y las ventas privadas.

• Prohibición de seguir vendiendo fusiles de asalto de estilo militar (sobre todo el AR-15).

• Prohibición de cargadores de gran capacidad.

• Extensión de los períodos de espera a todas las ventas de armas de fuego.

• Implementación de leyes de bandera roja.

• Ampliación de la atención de la salud mental como derecho garantizado y cobertura para todas las personas.

• Establecimiento de 21 años como edad mínima para adquirir un arma de fuego.

La Conferencia General, el máximo órgano legislativo de La Iglesia Metodista Unida (IMU), recomendó medidas similares en “Nuestro llamado a poner fin a la violencia armada”, una resolución adoptada en 2016.

Kjorlaug dijo que sus amigos/as en otras conferencias anuales, así como en la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de Cumberland, pronto compartieron versiones de lo que Arkansas había aprobado.

Las conferencias anuales de Alaska, Florida, Iowa, Michigan, Nueva Inglaterra, el norte de Texas, Tennessee-Oeste de Kentucky y Virginia Occidental aprobaron resoluciones similares este año implorando a sus líderes electos/as que apoyen más regulaciones sobre armas de fuego.

La Conferencia Anual Desierto del Suroeste, que abarca Arizona y el sur de Nevada, aprobó una resolución que designa sus espacios de reunión y sus iglesias locales como “zonas libres de armas”.

La Conferencia Anual de Río Texas, que incluye a Uvalde, se unió en una carta en la que pedía a “representantes gubernamentales electos/as en todos los niveles que pongan el bien común por encima de los intereses de los desacuerdos partidistas, y que cooperen en la aprobación de medidas que protejan efectivamente a nuestras comunidades de la violencia armada…”.

El Obispo Robert Schnase de Río Texas y su gabinete publicaron la carta en inglés y en español la cual, al 15 de junio, había sido firmada por 365 metodistas unidos/as de la conferencia.

La Conferencia Anual de Holston que comprende el este de Tennessee así como partes de Virginia y Georgia, abordó el aumento de la violencia armada no en un documento sino en una oración que exigió más que oraciones.

La ciudad de Chattanooga, Tennessee había experimentado dos tiroteos de alto perfil en las semanas previas a la conferencia anual. El obispo jubilado Richard Looney dijo que entre los/as heridos/as estaba la nieta de un pastor metodista unido.

“‘Pensamientos y oraciones’. Me siento enfermo cuando escucho esas palabras de los/as electos/as para dirigirnos” dijo Looney, y muchos en la conferencia aplaudieron en señal de asentimiento. Luego oró: “Ayúdanos a todos/as a saber cómo involucrarnos políticamente para hacer algo más allá que orar”.

La presión pública del pueblo metodista unido y otros ya ha tenido un impacto, pues a fines de junio, el Congreso de los Estados Unidos aprobó y el presidente Biden promulgó la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras, la legislación federal sobre seguridad de armas más importante en décadas.

La ley de reforma sobre armas, un compromiso, incluye dinero para la seguridad escolar, la salud mental e incentivos para que los estados brinden una verificación de antecedentes más completa de los/as jóvenes de 18 a 21 años que desean comprar armas. La nueva ley también prohíbe la venta de armas a cualquier persona condenada por un delito de violencia doméstica contra alguien con quien tenga una “relación seria continua de naturaleza romántica o íntima”, informó CNN.

Aún así, la ley no cumple con las medidas buscadas por la Conferencia Anual de Arkansas y muchos/as otros/as metodistas unidos/as, y los Estados Unidos continúan viendo tiroteos masivos y un aumento en la violencia armada. Desde que la mayoría de las sesiones de las conferencias anuales de los Estados Unidos concluyeron este año, los/as metodistas unidos/as también respondieron después de que un hombre armado le quitó la vida a siete personas e hirió a decenas en un desfile del 4 de julio en Highland Park, Illinois.

Según el Archivo de Violencia Armada, los Estados Unidos ha visto más de 393 tiroteos masivos en lo que va de 2022. El Archivo de Violencia Armada define un tiroteo masivo como un incidente en el que cuatro o más personas son asesinadas a tiros, sin incluir al tirador.

Kjorlaug dijo que es necesario trabajar más pues observó con decepción que ninguno/a de los miembros de la delegación del Congreso de Arkansas votó a favor de la ley bipartidista de reforma sobre armas. El senador estadounidense Tom Cotton, quien es metodista unido, se opuso.

“Dicho esto, creo que es muy importante para nosotros/as, como metodistas unidos/as, dar testimonio del poder destructivo de la violencia armada en nuestras comunidades” dijo Kjorlaug.

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